¿Qué es eso que te impide convertirte en Asistente Virtual? Tienes una profesión, acumulas experiencia en un área específica, cuentas con conexión a internet estable, puedes comunicarte en más de un idioma de forma fluida y, sobre todo, te imaginas siendo dueña de tu tiempo. Sin embargo, no terminas de dar el primer paso. ¿Por qué? “Es que no sé cómo convertirme en Asistente Virtual. Siempre he trabajado en oficina, aunque sí quiero independizarme y ser mi propia jefa”.

Lo primero que queremos decirte es… ¡cuidado! El mundo de la asistencia virtual lo venden como un jardín de rosas: sé tu propia jefa, trabaja solo las horas que desees, viaja por el mundo mientras ejecutas tus tareas, cuida a tus hijos, aumenta tu productividad mientras estás en casa y decenas de promesas más.

Sin embargo, debes desde ya saber que aunque sí podrás manejar tu tiempo y ocuparte de tu familia mientras trabajas desde casa, ser Asistente Virtual requiere de un nivel de compromiso enorme. Tu cliente te confía su empresa y descuidar una tarea puede ser perjudicial para su estabilidad.

A esa responsabilidad debes sumarle que ser tu propia jefa conlleva un compromiso contigo misma: basta de perder el tiempo, dejar las cosas para después, postergar esa actualización o de cobrar una tarifa por debajo de lo justo.

Con esto no queremos asustarte o disuadirte. Lo que buscamos es aclarar el panorama y que entres al mundo de la asistencia virtual sabiendo con certeza cómo es el camino que vas a recorrer.

Llegó el momento de hacerte una pregunta fundamental: ¿por qué quieres convertirte en asistente virtual? Tómate tres segundos para pensarlo 1… 2… 3…

¡Listo! Apostamos a que pensaste en por lo menos un beneficio de esta apasionante profesión. Lo sabemos. Por esas razones nosotras también decidimos convertirnos en Asistentes Virtuales. Ya va… ¿pero de qué beneficios hablamos? Hagamos un recuento de qué es lo mejor de esta profesión y luego hablemos de eso que necesitas para convertirte en una Asistente Virtual así no tengas experiencia en esta área.

Beneficios de ser Asistente Virtual

1.- Manejas tu tiempo: No, no es un mito. Una Asistente Virtual tiene la capacidad de manejar su tiempo de trabajo de la forma como mejor le convenga. Tú decides cuántas horas al día vas a trabajar y hasta qué días lo vas a hacer. Por ejemplo, si deseas llevar a tus hijos a la escuela todas las mañanas, dejas claro desde un comienzo que no estarás disponible durante esas horas.

2.- Te mantienes en constante capacitación: Una Asistente Virtual comprometida con sus clientes y con ella misma sabe que la única manera de conseguir un impacto real es estudiando, capacitándose y preparándose. Y la actualización va más allá de su campo profesional. Debes incluir: herramientas tecnológicas, métodos de comunicación, marketing digital, nuevos idiomas y conocimientos de la industria de tus clientes.

3.- Tendrás una oficina nómada: “¿Es cierto que puedo trabajar aun si estoy de vacaciones con mi familia en una isla paradisíaca?” Si tienes conexión a internet y un computador en esa isla, claro que podrías. Aunque la pregunta es ¿por qué lo harías?

Ser Asistente Virtual te da la libertad de teletrabajar desde donde te apetezca: tu oficina en casa, un coworking o ese café con internet que tanto te gusta.

¿Por dónde comenzar si quiero ser Asistente virtual, pero no tengo experiencia?

Te sorprenderá saber que comenzar a trabajar como Asistente Virtual no es tan complicado como piensas. Veamos cinco preguntas que debes responder antes de lanzarte a buscar tu primer cliente.

1.- ¿En qué te especializas? Tus años de experiencia en la vida corporativa te han especializado en un nicho muy específico dentro de tu profesión.

Si te dedicas al marketing digital, quizás eres especialista en anuncios publicitarios en redes. Si eres diseñadora gráfica, tu diferenciación puede ser el refrescamiento de la identidad gráfica de las marcas. Y si lo tuyo es la atención al cliente, tal vez eres la número uno lidiando con clientes difíciles.

Sea cual sea tu área profesional, una clara diferenciación te ubica en un mejor lugar frente a los clientes.

2.- ¿Has investigado la industria de la asistencia virtual? Una básica investigación en Google, Linkedin y hasta redes como Instagram te puede dar una muestra de lo que es la asistencia virtual en tu región. Averigua si existe alguna asociación que congregue a asistentes virtuales, regulaciones laborales, impuestos, tarifas justas, competencia o posibles alianzas.

3.- ¿Cómo será tu modelo de negocio? Recuerda que una asistente Virtual se diferencia de un freelance porque tiene un emprendimiento que responde a un modelo de negocio, que es sostenible, rentable y escalable. Si no sabes armar un modelo de negocios, busca asesoría. En internet puedes encontrar mucha información.

4.- ¿Puedes vivir algunos meses sin generar dinero? El mundo del emprendimiento es impredecible. Un mes cobrarás una buena cantidad de dinero, pero al siguiente no entrará un centavo a tu cuenta. No te estreses. Es normal. Antes de abandonar la vida de empleado, asegura de conseguir experiencia, unos buenos ahorros y mantenlos a salvo porque pueden ser tu salvavidas en cualquier momento. Y cuando tengas un mes bueno en tu emprendimiento, ahorra también.

5.- ¿Sabes darte a conocer? Vivimos un momento fascinante para ser Asistente Virtual. El acceso a internet nos abre la puerta a nuevos mercados. Por eso, debes tener un plan de marketing que te haga visible ante clientes potenciales. Ya sea mediante una estrategia en redes sociales, un blog en tu propio sitio web o una red de contactos en Linkedin, aprende a mercadearte. Y si no tienes muy claro cómo hacerlo, recuerda que hay colegas dispuestas a ayudarte. Las alianzas son importantes.

Ser Asistente Virtual no es para todo el mundo. Pero si tienes la convicción, un propósito definido y las herramientas para hacerlo, puede convertirse en la mejor decisión de tu vida.

Ahora responde en los comentarios la pregunta que te hicimos al principio: ¿por qué quieres convertirte en Asistente Virtual?