Hoy en nuestro nuevo blog hablaremos de los retos de las Asistentes Virtuales en situación de crisis:
El mundo cambió. Es importante que lo asumas. El mercado no será igual, como tampoco lo serán las empresas, los negocios o las personas. Y eso te incluye a ti como emprendedora.
Lo que hasta hace unos meses parecía un emprendimiento que se desarrollaba ante un escenario sólido y medianamente predecible, se transformó en un negocio incierto. Como el restaurante de la esquina que tiene más de 4 meses cerrado. O el cine. O los parques públicos. No importa cuál sea el negocio o que tan seguro estuviera de su supervivencia en la “antigua normalidad”. Hoy, todos dudan. Y con mucha razón.
Sin embargo, aunque te sientes en un momento incierto, haber tomado la decisión de formarte como Asistente Virtual y desarrollar tu empresa sobre los cimientos de esta profesión te ha preparado para vivir la incertidumbre con la seguridad de saber que tu trabajo es requerido hasta en los momentos de mayor crisis.
Las Asistentes Virtuales vivían su mejor momento antes de la crisis global de 2020. Las empresas habían descubierto que contratar sus servicios les salía más provechoso que contratar a un trabajador full time. No solo era una decisión económica, sino que tenían a su disposición a una profesional con habilidades propias de la asistencia virtual que eran difíciles de conseguir en el común de los candidatos.
¿De qué habilidades hablamos? Mayor productividad, capacidad de organización, técnicas de comunicación efectiva y disposición al uso de nuevas herramientas digitales, entre otras.
Y ante un escenario de caos, incertidumbre y cambios radicales, estas habilidades son fundamentales para seguir en el juego.
¿Has pensado a qué retos te estás enfrentando y cómo puedes superarlos? Es más, ¿cómo puedes aprovechar esta situación que viven la mayoría de las empresas en tu país para fortalecer tu emprendimiento de Asistente Virtual?
3 retos que encaran las Asistentes Virtuales en tiempos de crisis y cómo superarlos
Retro 1: Enfrentarse a un mercado incierto
Si somos muy sinceras con nosotras mismas, abandonar la vida corporativa y lanzarse al mundo del trabajo por cuenta propia ya es colocarte en un escenario incierto. Aún más si tomas en cuenta que no vas con un producto que se pueda comercializar, sino con tus conocimientos, herramientas y experiencia profesional.
La incertidumbre no es ajena a ti. La conoces. La has enfrentado antes. La has vencido.
Y si bien el mundo vive una crisis profunda, las empresas seguirán necesitando de la colaboración de profesionales que sean buenos en lo que hacen ytengan esas habilidades que mencionamos más arriba (y que además les cueste una fracción de lo que costaría un trabajador full time). En este momento, invertir el dinero de forma inteligente será fundamental para sobrevivir. Las Asistentes Virtuales son una forma muy inteligente de usar el poco dinero que fluye en este momento.
Haz uso de todos tus canales de comunicación como redes sociales, sitio web o tu blog para dar a conocer tu trabajo, pero también para ayudar a esos emprendedores que por los momentos no pueden contratar tus servicios pero que agradecerán algunas recomendaciones de tu parte. Por ejemplo, puedes recomendar herramientas digitales que tú uses y te ayuden con la gestión del tiempo que optimicen tus tareas.
Reto 2: Aumento en la competencia
Muchas personas quedaron desempleadas. Y con más empresas que cierran, las oportunidades de conseguir un trabajo se reducen. Por otro lado, el teletrabajo se puso de moda. No porque así lo hubiese querido el mercado laboral, sino porque no hubo otra opción. La cuenta es simple: desempleados + opciones de teletrabajo = más personas buscando colaborar a distancia con algunas empresas.
Y aunque es cierto que todos tienen derecho al trabajo, la asistencia virtual no es algo que se logre de la noche a la mañana. Bien lo sabes. Te has capacitado para poder ofrecer este servicio de la forma en la que tu cliente podrá sacar mayor beneficio. Además, es tu propio emprendimiento y no una solución a corto plazo. Esto significa que hay parámetros a tomar en cuenta para que sea rentable, como la tarifa mínima que debes cobrar a tus clientes.
Pero para esos profesionales desesperados por una oportunidad, es un salvavidas al que aferrarse. Por eso, ofrecen sus servicios por un precio absurdamente bajo.
Y esto representa un claro riesgo para ti. Es difícil competir en un mercado injusto en donde el precio es el factor determinante de la toma de decisiones. Por supuesto que muchos de ellos podrán entregar un trabajo de calidad, pero no será la mayoría. Al final, la industria de la Asistencia virtual es la perjudicada.
La mejor manera de afrontar este riesgo es confiando en tu trabajo, en tu experiencia y en la recomendación de tus clientes. Si bien algunos no podrán seguir pagando el valor que tiene tu colaboración, otros invertirán su dinero en la opción más segura y esa eres tú.
Reto 3: Disminución de la productividad
Llevas años siendo Asistente Virtual. Administras tu tiempo como nadie y sabes diferenciar lo urgente de lo importante. Tienes una capacidad asombrosa para cumplir con los plazos de entrega y mantienes el orden en todos tus proyectos asignados. Pero eso era en la “vieja normalidad”. Esa en la que tus hijos se iban temprano a la escuela y tú te sentabas en el computador durante horas ininterrumpidas para ejecutar tus tareas.
Esa realidad ya no existe. Si tus hijos continúan con la educación a distancia, ya no tienes tiempo a solas para dedicarte de forma exclusiva a tus asignaciones. Además, nunca hay silencio. Y ni hablar del desorden: en la casa, en tu área de trabajo y en tu mente.
No estás sola. Le pasa a la gran mayoría de madres que tuvieron que teletrabajar de un día para otro. Y a las que ya tenían experiencia con el trabajo a distancia, también.
No hay una solución infalible a este reto o crisis. Necesitas de mucha paciencia y marcar límites claros. Y aun así, será complicado.
Lo que sí te debemos decir es que si estás en una situación que modifique o complique la manera en la que antes entregabas tus asignaciones, lo informes a tus clientes.
También es importante que sumes a tu rutina (porque debes tener una rutina) algunas herramientas para el control del estrés como actividades de autocuidado o técnicas de meditación. Incluye a tus niños, podría sorprenderte lo que pueden aprender en este proceso. Y recuerda, tu salud mental y la de tu familia es lo primordial en momentos de caos.
¿Qué otros retos has enfrentado en estos momentos y cómo los has superado?