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En este blog te dejaremos las recomendaciones para que mejores notablemente tu escritura. Escribir no es sencillo ni fácil pero no es imposible. Sólo se requiere de técnica y mucha práctica.

Ya sea que debas establecer una comunicación por correo electrónico con tus clientes, redactar cartas de presentación para clientes potenciales, escribir las descripciones de tus publicaciones en redes sociales, artículos de blog o correos de tu email marketing es importante que desarrolles tu capacidad de escritura y consigas los objetivos que te propongas en cada una de estas situaciones.

Pero aunque pareciera ser una actividad sencilla, escribir no es nada fácil. Sí, sabemos combinar palabras. El problema viene cuando esas palabras deben formar frases coherentes y argumentativas, que expliquen a cabalidad una idea y cumplan con un objetivo.

Escribir no sólo es cuestión de talento

Y pensarás “Pero es que yo no tengo talento para escribir. Yo solo sé diseñar”. Sí, hay personas a las que escribir se les hace muy sencillo. Pareciera que sus dedos bailaran de forma perfecta al compás del teclado. Pero resulta que “saber escribir” no es suficiente. Porque, como dice Maider Tomasena, experta en copywriting, escribir es más una cuestión de técnica que de talento.

No, no te impresiones tanto. Piensa en tu propio proceso como profesional. Lo que te hace diferente al resto de personas que hacen exactamente lo mismo que tú no es ese título profesional que tienes, sino todo lo que has aprendido en tu experiencia, tus constantes actualizaciones y tu día a día colaborando con clientes. Todo esto se traduce en esa técnica que has desarrollado y que te hace un experto en tu área.

Y como con cualquier técnica, puedes aprender a escribir textos que cumplan tus objetivos con estas 5 recomendaciones que te presentamos.

¿Cómo mejorar mis textos y mi escritura?

1.- Lee mucho

¿Cómo quién quieres escribir? ¿Tienes algún referente? El periodista polaco RyszardKapuściński decía que por cada página escrita, debías leer cien. Aunque parece exagerado, leer es la mejor técnica para desarrollar tu escritura. Si hay algún autor que te guste, del género que sea, léelo. Buscar sus libros, lee sus artículos, revisa las entrevistas que le han hecho. Y comienza a ver patrones: ¿cómo son sus frases: largas o cortas? ¿Qué recursos literarios usa con más frecuencia? ¿Se vale solo de la ficción o toma acontecimientos de la vida real para sus textos? ¿Cómo usa las citas de otros autores? Es más, ¿a quién lee tu autor preferido? Así irás ampliando tanto tu vocabulario como desarrollando tu forma de escritura. No importa si debes escribir correos de email marketing acerca de odontología, lee lo que quieras: ciencia, literatura, crónica periodística, historia, blogs, lo que sea.

2.- Comienza a escribir

La mejor musa es tomar lápiz y papel (o poner los dedos sobre el teclado) y comenzar a plasmar esas ideas que tienes en mente. Al principio notarás que lo que redactas no tiene mucho sentido, te cuesta enlazar ideas y te quedas en blanco. Es normal. Pero ningún niño aprende a andar en bicicleta sin subirse a la bicicleta, ¿verdad? Pues lo mismo pasa en este caso. ¿Qué quieres escribir: un artículo de blog acerca de los beneficios que te ha traído ser Asistente Virtual o quizás una carta de presentación para LinkedIn? Comienza a escribir. Y si te trabas, detente. Suelta el papel, pero déjalo a la mano y cuando te sientas de nuevo con ganas de retomarlo, continúa escribiendo. Si te toma 10 minutos o 3 días completar esta tarea, no te sientas mal. La escritura solo se desarrolla con práctica. Escribe todos los días, así sea solo un recuento de lo que hiciste y verás como con cada jornada tendrás un texto más elaborado y sustancioso.

3.- Crea una estructura

¿Sabes cuál es el secreto mejor guardado de las personas que escriben textos con la intención de lograr un objetivo? Pues crean una estructura de ese texto. Digamos que quieres escribir ese primer artículo para tu blog y el tema será: Así cambió mi vida cuando me convertí en Asistente Virtual. Antes de escribir la primera palabra, arma el esqueleto del artículo: cómo era mi vida antes de ser Asistente Virtual , qué sucedió para que decidiera cambiar la vida corporativa por la del emprendimiento, cómo me preparé, así busqué mi primer cliente, esto es lo que ha cambiado, cómo me siento en este momento.

Como ves, siempre tendrás una introducción, una justificación, un desarrollo y una conclusión. Con el esqueleto o estructura ya definida, comienzas con la escritura. Es decir, desarrollarás cada uno de esos espacios con ese mini tema que has definido con anterioridad. Lo que logras es evitar el temido bloqueo del escritor porque ya sabes de qué vas a escribir.

¿Te acabas de dar cuenta de que la musa no llega de la nada? Es así. La musa está dispuesta a ayudarte cuando tienes un orden y no dejas el texto a la improvisación.

4.- Crea un calendario editorial

Digamos que debes escribir las comunicaciones de email marketing de tu cliente. Ese boletín se envía a principio de mes y justo el día anterior estás corriendo porque no sabes de qué vas a escribir. ¿Te suena? A todos nos ha pasado. Ahora imagina que, sabiendo los eventos de la empresa de tu cliente, los lanzamientos, los aspectos que quiere resaltar y las entrevistas a personas que han usado su marca, puedas ir armando un calendario con anticipación. Por ejemplo, en octubre, el newsletter hablará de las personas que hacen posible que ese producto o servicio llegue a manos de los clientes. Entonces, habrá una entrevista a una empleada de producción, a un vendedor y a un personal de administración. Además, resaltarás los eventos más importantes del mes y las acciones sociales que se ejecutarán. Listo. Ahora tendrás unos días para desarrollar esos tópicos.

5.- Léete en voz alta

¿Terminaste tu artículo? Felicidades. Ahora, antes de enviar o publicar este texto, déjalo descansar. Ve a tomar un café, realizar una meditación o atender tus asuntos personales. En unas horas, retoma el texto y léelo en voz alta. No tengas vergüenza. Léelo y nota cada frase que no suena muy bien, esos adjetivos de más o las palabras repetidas. Pon atención a que cada frase diga lo que realmente quiere decir, que sean claras y concisas y que el texto tenga una conclusión que vaya acorde al objetivo del mismo. Si algo no te suena bien, es porque no está bien y debe ser redactado de una manera diferente.

Una vez hecha esta revisión y corregidos los errores, es momento de publicar o enviar.

Recuerda: el secreto está en escribir todos los días y apoyarte en técnicas que faciliten tu trabajo de redacción. Presta mucha atención también a los errores ortográficos, nadie quiere leer palabras mal escritas (te damos un tip: en el sitio web de la RAE puedes consultar cualquier palabra con la que tengas dudas). Y si quieres algo más de musa, prepara el ambiente para escribir con una música relajante y un buen café a la mano.

¿Te cuesta escribir? ¿Qué es lo que se te hace más retador? Deja tus dudas en los comentarios y entre todos hallaremos una solución.