Seleccionar página

¿Necesito un contrato si soy Asistente Virtual?

La respuesta rápida: Sí.

Segunda respuesta: Es lo más recomendable.

Tercera respuesta: Lee este artículo.

Un contrato que establezca la relación entre el cliente y el Asistente Virtual determina los términos y condiciones de dicha relación laboral de manera que sea de beneficio para ambas partes. Es decir, con un contrato quedan claras las expectativas tanto del cliente como del asistente de manera que todos estén conformes.

Además, cuando ofreces un contrato, le estás indicando al cliente que eres un profesional y que este trabajo no es solo un proyecto para ti. Es tu empresa y como tal lo tratas, que sigue un modelo de negocio establecido, que es sostenible, rentable y escalable

Y como hay pocos asistentes virtuales que blindan sus servicios con un contrato, para ti será un elemento diferenciador adicional que te hará resaltar del resto.

Pero un momento, ¿es absolutamente necesario firmar un contrato antes de comenzar la relación laboral? No, no es absolutamente necesario, pero te asegurará menos complicaciones y malos entendidos con el cliente. ¿Y quién no quiere una relación con la menor cantidad de malentendidos posibles?

Así que si quieres que la relación fluya de la forma más efectiva posible, presta atención a estos elementos que no pueden faltar en tu contrato de Asistente Virtual.

Esto no debe faltar en tu contrato de Asistente Virtual

1.- Descripción de los servicios

Parecería obvio que este es un punto indispensable en cualquier contrato de un Asistente Virtual. Sin embargo, no basta con solo dejar por escrito esa función principal que desempeñarás. Es importante que seas lo más específico posible. Qué servicios vas a prestar, las tareas concretas que vas a ejecutar y en cuánto tiempo las vas a entregar.

¿Por qué hacemos tanto énfasis en el hecho de ser muy específicos? Cuando eres un Asistente Virtual que apenas está comenzando en esta industria, es normal que sientas que debes dar más de lo que el cliente espera (o ha contratado) para no perderlo. Ese miedo a quedarte sin el único cliente que ha confiado en ti, hace que estés dispuesto a ser muy flexible con la cantidad y tipos de tareas que contrata. Es decir, terminas trabajando mucho más de lo acordado, pero el precio se mantiene igual.

Pero los Asistentes Virtuales novatos no son los únicos que padecen esta situación. Cuando ya eres un asistente experimentado, y tu cliente está absolutamente satisfecho con tu desempeño y confía en ti, comienza a delegar más tareas. ¡Ojo! No lo hace para aprovecharse de ti, sino que sabe que su empresa está en buenas manos contigo. Sin embargo, suelen olvidar que a más tareas, mayor debe ser el pago.

Un contrato en donde se establezcan de forma clara y detallada las tareas y asignaciones de las que estarás a cargo, te protege de trabajar más tiempo del acordado o de ocuparte de más tareas que las pactadas. Y en caso de que el cliente requiera nuevos servicios, este contrato, que fue previamente firmado por él o ella, te permitirá explicar por qué la tarifa debe cambiar.

2.- Términos de pago

El dinero es un tema muy sensible. Y más para los emprendedores. Y por emprendedores nos referimos a ti como Asistente Virtual y a tu cliente, quien probablemente también sea un pequeño empresario que está viviendo el crecimiento de su empresa. Cada moneda cuenta y por eso ambas partes lo cuidan con mucho esmero.

Si has seguido con detenimiento nuestras publicaciones, sabrás que en varias oportunidades hemos hablado de la importancia de cobrar un precio justo por los servicios de asistencia virtual. No solo estás vendiendo tus servicios, sino tus conocimientos y experiencia. Este punto es tan importante para tu crecimiento y el de tu empresa, como para toda la industria. En el momento que cobras menos de lo que mereces o que aceptas más trabajo por el mismo precio ya establecido, los precios de la industria de Asistente Virtuales baja, por lo que sus servicios de calidad se ven afectados.

¿Y cómo podemos protegernos? Un contrato es una buena forma de establecer el precio de los servicios que vas a proveer y establecer el procedimiento para el pago de dichos servicios, así como pasos a seguir en caso de requerir nuevas funciones.

Una vez has descrito los servicios que prestarás a tu cliente, determina el precio y establece cómo cobrarás por este trabajo: por hora, por semana, por proyecto, etc. Luego, especifica cada cuánto recibirás el pago (a fin de mes, de forma quincenal, por semana, durante los primeros 5 días del mes) y el método de pago (transferencia bancaria, giro internacional, servicios de pago a distancia como Paypal).

Establece también qué sucede si el cliente no paga en el lapso establecido. ¿Sufrirá alguna penalidad? ¿Y si el cliente cancela el proyecto para el que te contrató, cuánto debe pagar por el trabajo que realizaste?

3.- Término de la relación de trabajo

En algún momento, la relación de trabajo llegará a su fin. Ya sea porque tienes nuevos proyectos que necesitan tu tiempo y atención o quizás porque tu cliente decida contratar un trabajador inhouse. Sea cual sea la razón, en tu contrato debe existir una cláusula que determine cómo debe ser la culminación para que ninguna de las partes se vea perjudicada.

Determina cómo se anunciará el término de la relación laboral, con cuánta antelación se debe informar de esta decisión y el plazo para hacer el último pago.

Cuando esta sección del contrato es clara, evitas complicaciones innecesarias al darle fin a la relación laboral, sobre todo si estás tratando con clientes difíciles.

Y entonces.. ¿Qué puntos debes de considerar?

Aunque estos tres puntos son los que consideramos más importantes, puedes agregar todas las cláusulas que consideres necesarias, como: horarios de trabajo y de comunicación, herramientas de comunicación y de entrega de trabajos, cláusulas de confidencialidad y protección de información sensible, cláusulas de derechos de autor, entre otras.

Una recomendación final: Si bien un contrato con estos puntos básicos podría ser suficiente para comenzar la relación de trabajo, te sugerimos que busques la asesoría de un abogado en temas laborales.

¿Has trabajado con un contrato? ¿Cuál es para ti el punto más importante que no se puede quedar por fuera?