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El cursor titila sobre una pantalla en blanco. Tus manos están sobre el teclado, pero no presionan ninguna tecla. Tu mirada, con pánico, mira la pantalla. No hay forma de que escribas una sola frase coherente… ¿qué te pasa?

Tranquila. Lo que sucede es que estás enfrentando el tan temido bloqueo del escritor.

El bloqueo del escritor es una condición propia de los trabajos creativos en la que la persona que ejecuta la actividad se ve imposibilitada de crear algo nuevo y original o de generar una idea creativa por horas, días y hasta años. Y en lugar de escribir, usa ese tiempo en otras actividades poco productivas para su objetivo.

Por ejemplo, puedes enfrentar el bloqueo del escritor al momento de escribir los textos del sitio web de tu cliente, una entrada para tu blog y hasta las descripciones de una publicación en Instagram.

Como afecta a cualquier creativo, lo puede padecer un diseñador que no puede crear un logo para su nuevo cliente, un realizador de video incapaz de lograr que una historia audiovisual tenga sentido o un estratega de contenidos para redes sociales que no consigue en un momento dado dar con el post ideal para el momento.

Aunque hay profesionales que aseguran que el bloqueo del escritor es un obstáculo mental y que refleja la falta de preparación, su influencia en la vida de grandes creativos ha sido documentada por años.

Y aunque se trate de falta de preparación en la mayoría de los casos, en otros se trata de un bajón en la motivación e inspiración. No hay herramienta de escritura que pueda con él.

El bloqueo del escritor es una situación muy común y que afecta hasta a los creativos más experimentados. Si no que lo diga el escritor estadounidense F. Scott Fitzgerald, o el caricaturista Charles M. Schulz, grandes figuras de la cultura quienes en más de una ocasión se quedaron en blanco.

Esta condición está tan documentada y afecta a tantas personas cada día que el escritor Gary Provost, autor de los libros bestseller La guía del escritor freelance y 100 maneras de mejorar tu escritura, le dedicó un capítulo en este último libro.

En 100 maneras de mejorar tu escritura, técnicas profesionales probadas para escribir con estilo y poder, Provost ofrece varias recomendaciones para salir del tan temido bloqueo del escritor.

Recomendaciones para salir del bloqueo del escritor

1.- Copia algo: Provost asegura que una buena manera de despejar la mente y recuperar la inspiración al escribir es copiando algo. Ya sea a mano o en tu procesador de palabras favorito, toma un extracto de un texto que te guste mucho y cópialo.

Más allá del simple acto de repetir las palabras de una persona que admiras, podrás descubrir la estructura de ese texto: qué palabras usa, por qué las usa, cómo están dispuestos los signos de puntuación, qué sigue después de una frase larga y luego de una frase corta, cómo mantiene el ritmo y más.

Descubrir la intención del escritor te permite tener un momento de introspección y generar ideas para tu propio escrito.

2.- Ten un diario: Si eres de las personas que no puede ver un trozo de papel sin sentir la necesidad de escribir algo en él, entonces esta recomendación te encantará.

Un diario puede ser cualquier cosa. Desde un cuaderno muy organizado hasta una colección de notas adhesivas distribuidas por toda tu oficina. La idea es la misma: escribe tus pensamientos, opiniones, observaciones y hasta ideas.

¿Qué logras con esto? Además de tener una cantidad inimaginable de papel por todo tu hogar en caso de que teletrabajes, te mantendrás en constante ejercicio de la escritura.

La idea no es escribir ideas sueltas, sino darles contexto. Cada texto debe ser detallado; cada idea, fundamentada; cada opinión, argumentada. Que forme un todo. Que seas capaz en un futuro de regresar a ese papel y entender lo que querías decir.

Puedes tomar nota de lo que desees: eventos personales, situaciones de las que eres testigo en la calle y hasta conversaciones ajenas. No sabes cómo estas ideas te pueden servir de inspiración para alguno de tus escritos.

3.- Habla acerca de lo que estás escribiendo: Cuéntale a tus amigos y colegas acerca de lo que escribes. No importa si es un guión para podcast o un artículo para blog, tu red de networking puede darte ideas nuevas que te ayudarán a enfrentar ese texto desde una perspectiva diferente.

4.- Tócate los dedos de los pies: Sí, tócatelos. Ahora mismo. Porque para tocarte los dedos de los pies necesitas hacer un esfuerzo y poner tu cuerpo en movimiento. Y el ejercicio es un gran liberador de estrés que te ayuda a calmar la mente y por lo tanto ser más creativo.

Si prefieres una actividad más tradicional, entonces da una pequeña caminata antes de sentarte a escribir o medita unos minutos para relajarte y despejar la mente. Si nada funciona, toma una siesta. No lo decimos nosotros, lo asegura Provost.

5.- Organiza tu material: ¿Recuerdas que hay personas que aseguran que el bloqueo del escritor no existe y que se trata de una mala preparación? No es una afirmación muy descabellada así que si sientes que no tienes inspiración para escribir, organizar tu material para ver con qué cuentas. Esto sin duda mejorará tu productividad.

Eso sí, no peques de sobre organizador al punto de tener la información tan estructurada que tu texto parezca escrito por una aplicación de inteligencia artificial.

La organización te ayudará a saber con qué cuentas, qué te hace falta y cuál sería el orden lógico de tu texto. Lo mínimo para comenzar a escribir.

6.- Haz un esquema: El esquema será el esqueleto de tu texto. No tiene que ser muy extenso, pero sí contener lo básico para que el escrito cumpla con su objetivo inicial.

Determina las palabras claves de tu texto, los hechos que quieres destacar y las preguntas que quieres responder. Ya con este básico esquema tendrás un punto de partida para escribir.

7.- Imagina un solo lector: ¿A quién le estás escribiendo? ¿Es la primera vez que esta persona va a leer de este tema? ¿Conoce el lenguaje especializado? ¿Por qué le interesaría ese artículo?

Teniendo en mente quién es tu lector, podrás entablar una conversación con esa persona y tu texto será mucho más relevante.

8.-Pregúntate por qué escribes: ¿Cuál es tu único objetivo al escribir ese texto? ¿Qué quieres que sienta el lector cuando lea lo que has escrito? ¿Intentas persuadir, informar o entretener? ¿Quieres que el lector realice una acción al finalizar de leer?

Al tener claro tu objetivo principal, sabrás qué camino tomar para llegar a él. Si dudas de la razón por la que estás escribiendo, lo mejor que puedes hacer es cerrar el computador y no escribir una palabra.

Escribir es como entrenarse para ir a un maratón. Debes practicar todos los días, estar consciente de los errores, buscar la solución y aplicarla al día siguiente. Y si tienes un mal día y el bloqueo del escritor no te deja avanzar, recuerda a Provost y toma una siesta.

¿Qué haces cuando el bloqueo del escritor se apodera de tu motivación? Cuéntanos en los comentarios.